Normalmente, nubes de lluvia y viento lateral sobre el Centro de Patinaje suelen desembocar en charcos intermitentes, pista resbaladiza, caídas… en definitiva, hockey de baja calidad. Parecía, antes de empezar a jugar, que la tarde iba de ese palo. Pero nada más lejos de la realidad: la lluvia se aguantó las ganas y los niños, los de ambos equipos, nos ofrecieron un partido intenso, ágil y de dominio alterno. Un buen partido. Uno de los mejores que han disputado los nuestros esta temporada. ¡Y vinieron todos! Ángel, Ariel, Alejandro, Dani, Diego, Javi, Lucas y Marco. Contar con todos los jugadores, con ser importante siempre, resulta determinante ante rivales de nivel parejo. Dispones de mayores posibilidades y alternativas, y los niños se cansan menos, con lo que llegan con fuerzas a los minutos finales. Hoy se vio.
Buen partido, como decía, en el que nos hicimos con el primer tercio con cierta soltura, llegando bien a la portería contraria y no cediendo demasiados despistes en defensa. En términos muy similares, aunque a la inversa, transcurrió el segundo tercio, cuando Alameda, con brío y facilidad goleadora, nos devolvió la pelota. Empatados a ocasiones, a nivel de juego, a entrega. Empate técnico, vaya. Pero aún quedaba lo mejor, el último tercio…
Nada más saltar los equipos a la pista tras el segundo descanso, quedó claro que no bajábamos los brazos y que íbamos a por el partido. Sin racanear esfuerzo y con convencimiento, como se ganan los partidos. Y así, mostrando ganas, y también un puntito de descaro, los goles fueron cayendo de nuestro lado. Hasta tres veces. Ventaja ésta que se demostró suficiente al final, cuando Alameda anotó su segundo gol a falta de escasos ocho segundos… No dio tiempo a sacar de centro, ¡el partido era nuestro!
Bien por nuestros chicos que lucharon sin pausa, de forma generosa, sobreponiéndose a un segundo tiempo en el que las cosas no salían. Jugando así, se nos escaparán pocos puntos, seguro.
Nota a tener en cuenta para próximos partidos: los padres habéis de saber que no se puede acceder a la pista aunque algún niño se haya hecho daño. Si esto ocurre, y sólo tras recibir permiso del árbitro, puede entrar el entrenador (o el delegado, en su defecto). Lo hago constar aquí porque hoy ha tenido que recordármelo amablemente el colegiado…
Fern.